La ‘reina de los rascacielos’ es uno de los destinos favoritos de millones de turistas que cada año viajan hasta allí desde diferentes partes del mundo. Pero sin duda, no hay mejor época para visitarla y conocer todos los rincones de la Gran Manzana, que la de Navidad. Durante esta época, las calles se llenan de luz y color, las tiendas parecen no cerrar y las actividades que se pueden realizar se multiplican durante.

Rockefeller Center. Es uno de los puntos neurálgico de Nueva York. El lugar se llena de luces, color y sobre todo, muchos turistas que llegan hasta ahí para fotografiar uno de los símbolos tradicionales de la Navidad en todo el mundo: el famoso árbol de Rockefeller Center. 

Este gran árbol tiene más de 20 metros de altura, un total de 45 mil bombillas llenan de vida esta céntrica zona de la isla de Manhattan, el que permanece encendido durante todo el mes de diciembre a los pies de uno de los rascacielos más altos de la ciudad.

Empire State Building. En una ciudad plagada de enormes edificios, es casi obligatorio tener que subir a uno de ellos para contemplar la inmensidad de Nueva York. 

El edificio del Empire State Building es uno de los preferidos por los  millones de visitantes que cada año acceden hasta su mirador, para contemplar la población. Las entradas cuestan alrededor de 25 euros y permanece abierto hasta la medianoche. Ver la ciudad desde lo alto es hermoso en cualquier época del año, pero en Navidad resulta impresionante ver las innumerables luces de colores que dan como resultado un auténtico espectáculo.

Times Square. Sin duda, Times Square es la zona más transitada de la isla de Manhattan. Sus carteles luminosos, las tiendas más populares del mundo, su cercanía con los mejores teatros de la ciudad y los numerosos restaurantes, hacen que sea una visita obligada para cualquier turista. 

Durante la época de Navidad, Times Square adquiere su máxima importancia durante el último día del año. Cada 31 de diciembre, son miles las personas que desde la mañana comienzan a congregarse para tener un lugar de privilegio entre la multitud para no perder ‘la cuenta regresiva de Fin de Año’.

Patinar sobre hielo. Con la llegada de la Navidad se da inicio a la temporada de "patines", una de las actividad preferidas de la gente, e ideal para realizar en familia. 

Son varias las pistas habilitadas para ello, siendo una de las más famosas, la del Rockefeller Center. Otro de los puntos tradicionales de Nueva York para realizar patinaje en el hielo, es la pista del Central Park. Sin embargo, son muchos los que prefieren la pista de hielo de Bryant Park, esta resulta más económica que las anteriores y también está situada en una zona céntrica.

Mercados navideños. Del mismo modo que hacen las principales capitales del mundo, Nueva York se suma a los mercados durante las Navidades. Adornos, comida, artesanía o juguetes son los protagonistas en los numerosos puestos callejeros que cobran vida en el mes de diciembre. 

Los más populares son los que se ubican en zonas como Columbus Circle, Bryant Park o Union Square. De igual manera, el  preferido por los habitantes y turistas, por estar bajo techo, es el que se monta en la Estación Central y donde hasta el 24 de diciembre se exponen todo tipo de artículos.

Villancicos. No hay nada más navideño que escuchar un repertorio de los clásicos villancicos. En Nueva York son muchos los coros que cantan por las calles de Manhattan en estas fechas. Las escaleras de la famosa catedral de Saint Patrick son uno de los lugares elegidos por muchos de ellos para ofrecer a los visitantes sus canciones de Navidad.